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Adictos al deporte

Adictos al deporte

Cuando el deporte se vuelve peligroso.

Si la práctica del deporte es en principio buena para la salud, ser adictos al deporte hasta el punto de no poder prescindir de él puede resultar perjudicial. Esta adicción tiene un nombre: bigorexia. Actualización sobre comportamiento adictivo reconocido por la OMS.

Amar el deporte o ser adicto: ¿cómo lo sabes?

Quien sufre (a menudo inconscientemente) de bigorexia no es necesariamente un deportista de alto nivel. De hecho, el adicto al deporte puede ser un practicante aficionado que comienza «por el placer» o para adelgazar, por ejemplo. Pero, ¿cuál es la diferencia entre el placer deportivo y la adicción? La frontera no siempre es fácil de delimitar ya que la práctica de deporte, una vez superados los primeros esfuerzos, suele ser algo adictivo.

Sin embargo, a diferencia del deportista “clásico”, el adicto al deporte no pasa un día sin pensar en su actividad física. Antes o después del trabajo, a veces tanto entre semana como fines de semana, el adicto al deporte no puede imaginarse pasar uno o más días sin practicar su actividad favorita. La carrera y el entrenamiento con pesas suelen ser los deportes que más importan a los adictos.

¿Qué peligros hay para los adictos al deporte?

Cuando se practica con regularidad, respetando sus límites, el deporte es excelente para la salud. Elimina toxinas, libera hormonas favorables a la relajación, mantiene un peso saludable y un cuerpo tonificado. Sin embargo, si el adicto al deporte se beneficia en gran medida de todas estas ventajas al principio, entonces le será imposible abandonar.

Cuando el deporte se convierte en una obsesión, el adicto puede correr riesgos para superarse a sí mismo, lo que puede derivar en lesiones, fracturas, etc., e ignorar las recomendaciones de los médicos. Esta obsesión también tiende a poner en desventaja la vida social, a veces la vida profesional y en algunos casos la vida familiar. El adicto al deporte vive solo por su pasión y parece desconectado de la realidad de la vida cotidiana.

¿Cómo puede volverse adicto?

Si bien la sola idea de correr durante 10 minutos asusta a algunas personas, a veces escuchamos que los maratonistas realmente disfrutan corriendo. ¿Cómo podemos disfrutar de correr más de 42 kilómetros, dirían algunos? Esto se explica simplemente por el hecho de que el deporte conlleva un verdadero placer del esfuerzo. Esto proviene en particular de la liberación de dopamina, un neurotransmisor que causa una sensación de bienestar en todo el cuerpo.

Además, el deporte permite aumentar la sudoración, por lo que favorece el consumo de agua y elimina así muchas toxinas. El cuerpo parece limpio y tonificado, una sensación de bienestar general invade al deportista después del esfuerzo. Estos efectos agradables hacen que el deportista quiera volver a empezar y en ocasiones crea un hábito que obliga a ir más y más lejos, siempre más rápido, sean cuales sean las condiciones físicas o meteorológicas.

Los límites a imponerse

Cualquiera que tome conciencia de su adicción debe tomar algunas precauciones para evitar que el deporte invada su vida profesional y / o privada. El deportista puede ser alertado por determinados eventos que no son muy triviales: por ejemplo, si antepone el deporte a una reunión importante en el trabajo o si prefiere salir a correr solo todos los fines de semana en lugar de pasar tiempo con sus compañeros. pareja y / o sus hijos.

Mientras la pasión no se convierta en obsesión, el deportista no tiene por qué preocuparse por su condición. Por ejemplo, debe poder detenerse durante varios días sin sentir carencia física y saber rechazar una salida deportiva si está enfermo o lesionado.

Disfruta de los beneficios del deporte sin exagerar

El deporte es una actividad ideal que muchas veces te permite evitar el insomnio, ganar confianza, aprender a conocer tus propios límites e incluso ampliar tu círculo social. Si sumamos los demás beneficios mencionados anteriormente (sensación de bienestar, eliminación de toxinas, etc.) nos damos cuenta de que el deporte es un excelente activo en el día a día. Por tanto, es importante practicarlo con calma sin miedo a exagerar. Establecer un número máximo de sesiones por semana (de 3 a 5) y rechazar un entrenamiento intensivo cuando solo eres un aficionado son precauciones que pueden ayudar a cualquier adicto al deporte a no dejarlo. ‘adicción.

Los deportistas de alto nivel deben lograr prepararse serenamente para el final de su carrera. Dedicar parte de su vida al deporte a menudo lo vuelve adicto y, por lo tanto, es necesario prepararse física y mentalmente para una «deserción» gradual.

En caso de una adicción severa al deporte y consecuencias como lesiones recurrentes, fracturas, trastornos de la alimentación y cambios en las relaciones sociales, es recomendable consultar a un médico o ser seguido por un psicólogo.